Se realizan con ciertas influencias del tiempo y en temporada de lluvia, exigencias en donde se realiza con prontitud y seguridad, muchas veces en medio de la oscuridad y de cada amanecer, la actividad, de los jóvenes varones y campesinos jornaleros. Son sorpresivas por influencias del tiempo: Como tal, los varones, se alumbran con sus lámparas o mecheros, llamando entre el silencio a las "pashñas" (mujeres jóvenes en edad de matrimonio) imitando sonidos de animales y del lugar, para entre cantos sugerirles que los acompañen.
Como en toda faena campesina, los hombres y mujeres juegan y cantan en su idioma nativo (el Qechwa) coplas picarescas. Entre el jolgorio y la pretensión hacia la faena en el campo, y así entre sutiles e inocentes juegos. Hombres y mujeres, se enfrascan entre coplas picaras, Y hechos que se suceden, entre los meses de cosecha de abril a mayo y junio: participando desde temprano o la madrugada, hasta la puesta del sol, incluyendo el inicio de la noche; Pero ellos siguen cantando y bailando. En donde despertará los sentimientos de amor por la tierra o Pachamama, por que ella nunca termina de brindarles el pan y sustento para la comuna.
Finalizan con el consabido rapto y compromiso de las mujeres o pashñas elegidas, se debe aclarar que este rapto no es irracional, por lo general existe una auto-selección y acuerdo entre parejas y familiares para aprovechar la noche y sentimientos propios.
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