Su característica, es muy alegre, pícara y espontánea; reuniendo en sus pasos la ejecución en pequeños saltos del sitaracuy a ritmo del shimaychi o huaynitos de selva, propiciando a la creatividad y/a otros movimientos, alegres y contagiosos. Cualquier persona puede participar por la facilidad de sus movimientos y la conformación de sus coreografías sencillas.
Siendo la provincia de San Martín, la mas alegre en la ciudad de Tarapoto, representada por su folklore de sobresalientes danzas, artesanías y jolgorio juvenil, las que son interpretadas en sus variedades, con cierta influencia antigua de los “Lamistos”, descendientes de los Chancas (provincia de Lamas), los Suchiches, Cumbazas y Chazutinos (provincia de San Martín), heredando de ellos, una cultura viril, pujante y trabajadora, que a través de los años y existencias, no obstante, van de la mano con el progreso de su transculturación producida con la llegada de españoles a la zona, quienes no han podido erradicar las costumbres y sentimientos de la comuna nativa y mestiza, siendo esta manifestación carnestolenda la que aún se mantiene con el vigor y la pureza, que lo caracteriza en la alegría de su pueblo.
La Pandillada de San Martín es heredera del saber y sentir de sus antepasados, sus cantos y sus músicas acompañados en su expresión corporal en crear la danza mímica y baile como formas de comunicación.
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